LA CALABAZA ENCANTADA
Jack era un niño diferente, siempre estaba
ausente de sus compañeros pues se burlaban de él. Le hacían maldades, se reían
de cómo se veía. Jack siempre buscaba ganarse la atención de sus compañeros por
eso les hacía sus trabajos, tareas y cualquier otro mandado que se les
ocurriera, y aún así lo seguían molestando.
Un día, Jack caminaba por la calle y se
encontró con dos de sus compañeros, y lo molestaron a más no poder: lo hicieron
llorar, y le quitaron sus cosas. El pobre Jack quedó tan desconsolado y triste
que corrió a casa en busca de una solución. Jack miró al suelo y encontró algo
que le extrañó mucho: una calabaza rosa.
¡Wow! exclamó Jack, pero al mismo tiempo
la aventó pensando que era una broma más de sus compañeros. Luego reflexionó un
momento y caminó hasta donde estaba la calabaza y escuchó:
-¡Pssssssst! ¡Hey! ¡Aquí! ¡Mírame! dijo la
calabaza.
Jack se asustó muchísimo y salió
disparado a contarles a sus compañeros, pero como era de esperarse, se burlaron
de él y lo volvieron a golpear.
Ya en su casa, Jack corrió a su cuarto
inconsolable y triste, miró al cielo y tomó la calabaza y le pidió que le
ayudara para que sus compañeros no se burlaran de él. La calabaza aceptó, con
una condición, que Jack nunca le pidiera que ella se fuera de ahí.
Jack aceptó y a la mañana siguiente
cualquier cosa que él pensara o dijera, la calabaza se lo cumplía, incluso su
más exigente capricho.
Jack llegó a la escuela con mucha
seguridad en sí mismo, con la cara en alto, muy arreglado y distinguido. Ya no
tenía miedo de nada.
A lo largo de varios días, Jack se
convirtió en la novedad de la escuela. Todos querían juntarse con él ya que era
el mejor alumno, y pasó de ser el más feo a ser el más apuesto e inteligente de
todos los niños.
Todos los compañeros que lo molestaban
se quedaron con la boca abierta al saber que Jack podía defenderse de
cualquiera.
Pasó el tiempo y Jack se hartó de la
calabaza, ya que estaba harto de no hacer las cosas por sí solo y tener que
depender de la calabaza. Además, ya todo lo que Jack deseaba se había cumplido,
y no necesitaba ayuda, así que muy molesto le pidió a la calabaza que se fuera.
Jack, te pedí un favor y me lo tienes que
cumplir.- dijo la calabaza- Me niego a abandonarte, tu lo prometiste y me
tienes que cuidar.
Jack se reía de lo que la calabaza decía
mientras la pateaba y la aventaba.
Después de varios días, Jack se fue
volviendo rebelde, cobarde, envidioso y todo el mundo lo detestaba por egoísta,
malcriado y nadie, ni sus padres, lo soportaban.
AARON HUAMAN SANTOS (3º "C")
OTROS CUENTOS INTERESANTES